Carnavales de Goizueta
Los protagonistas del carnaval de Goizueta son dos carboneros que llevando a sus espaldas unos zagis o pellejos de vino llenos de aire, bailan entre dos filas de makildantzaris o paloteados.
En un momento dado los carboneros hacen una pirueta y salen corriendo para zafarse del inevitable golpe de los palos de los mozos. Los carboneros con las caras tiznadas de negro persiguen a los espectadores con el fin de mancharles la cara.
El carnaval de Goizueta tiene lugar los tres días anteriores al Miércoles de Ceniza.
El primer día de los festejos, grupos de jóvenes del pueblo (llamados Mozorrok) recorren los caseríos que rodean la localidad. Las familias de cada casa los reciben con comida y bebida, y recolectan dinero para ayudar en la financiación de los carnavales.
La tarde del día siguiente estos mismos jóvenes forman una comitiva con músicos acompañando a un personaje principal: el Zaia (pueden ser uno o dos). Vestido de azul y con la cara pintada de negro y el contorno de los ojos de rojo, representa el papel de un carbonero que porta un odre en la espalda (en vascuence llamado zahagia, en Goizueta zaia) y con un cencerro colgando.
Los Mozorrok, en cambio, se visten de blanco, con boina roja, pañuelo, faja y la mitad de los integrantes llevan una falda o combinación blanca (el martes por la tarde).
Cada cierto tiempo, el grupo se reúne y representa la Zahagi-Dantza, acompañada de una música tocada con la trikitixa. Al momento de terminar el baile, el carbonero sale corriendo y persigue a las mujeres para tiznar de negro sus caras restregándolas con la suya.
Origen del carnaval de Goizueta
Esta celebración tiene su origen en una anécdota que los del lugar cuentan como verídica.
La historia habla de un carbonero que vivía durante todo el año en la montaña dedicado a su oficio. Al llegar las fiestas del carnaval bajaba al pueblo al igual que los demás carboneros de la zona.
Cuentan que al carbonero estando borracho le dio por besar a todas las mujeres que encontraba a su paso.
Así pues, la costumbre nació cuando los jóvenes del pueblo quisieron ridiculizar a su paisano por aquella ocurrencia.
Al final del baile los Mozorrok golpean con sus bastones el odre (Zahagi) que el Zaia lleva atado a la espalda, ya que según la historia, los celosos muchachos del pueblo acabaron apaleando al carbonero.