Procesión del Viernes Santo, Corella
El Viernes Santo al mediodía, se escenifica en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario la «Función de las Siete Palabras». El altar, presidido por Cristo Crucificado, María Magdalena y San Juan, sirve de escenario para esta representación, en la que el coro, el sacerdote y la orquesta interpretan cada una de las últimas siete frases que pronunció Jesús antes de su muerte.
Ya por la tarde, las callejuelas de Corella sirven de contexto para un magistral cortejo: la Procesión del Viernes Santo de Corella.
A través de la imaginería de los pasos, son representadas escenas de la Pasión de Cristo, y diversos personajes bíblicos vuelven a la vida durante unas horas.
Se trata de un solemne desfile barroco del siglo XVIII que en 1967 fue declarado «Procesión de Interés Turístico» por el Ministerio de Información y Turismo por ser uno de los cincuenta desfiles procesionales más característicos y originales de España.
La procesión del Viernes Santo es un resumen de la Biblia. En ella se encuentran desde representaciones vivientes de personajes bíblicos, como Jacob, Isaac, San José, Judith, Ruth, Salomón etc., a otros como las virtudes teologales que no aparecen en la Biblia.
También hay pasos procesionales, algunos de ellos de gran calidad artística, todos portados en andas por penitentes. Y en ellos se representa la pasión y la muerte de Jesús.
Entre los actos más representativos cabe destacar la Entrada en Jerusalén. Tras el paso correspondiente, desfila un grupo de niños con las palmas, cuatro chicas portando una alfombra, y Jesús con el índice derecho alzado que va montado en un burrito muy adornado.
Asimismo, el Prendimiento es otro de los momentos de mayor autenticidad. Jesús camina descalzo con una soga al cuello. Los verdugos le subyugan con palos y tiran de la cuerda hasta que el reo vacila y se desploma.
Pero sin duda, la escena cumbre del drama es el Encuentro de Cristo con Cirineo y la Verónica. En la plaza del Crucero, ante la atenta mirada del expectante público, Cristo camina portando una pesada cruz de cien kilos.
Con el rostro sufriente camina lentamente hasta que aparece un hombre con hábito morado. Tras arrodillarse y besar el suelo en tres ocasiones, se aproxima a Cristo y le ayuda a acarrear su carga el resto de la procesión.
Aparece la Verónica con un paño blanco y limpio y enjuaga la cara del Señor. En el lienzo queda impresa su imagen.
A pesar de la multitud de personas congregadas ante la escenificación, reina un silencio sobrecogedor que incrementa la intensidad emotiva del acto.
Un poco de historia
La Procesión del Viernes Santo de Corella se lleva realizando con fecha documentada desde 1710, fecha en la que se creó la cofradía o Hermandad de la Caridad, aunque se cree que la procesión se realizaba con anterioridad a esta fecha.
Pronto tuvo el prestigio que hoy en día tiene, debido a su originalidad fundamentalmente causada por la gran participación ciudadana.
Con el paso de los años fue cambiando el punto de salida de la procesión. En un principio salía de la parroquia de San Miguel, más tarde de la iglesia de la Merced y cuando ésta se destruyó pasó a salir de la iglesia del Rosario, de donde sale hoy día.
También con el paso de los años se fueron añadiendo tanto pasos procesionales como vivientes hasta convertirse en lo que hoy conocemos.
Por todo ello, en 1967 la procesión fue declarada por el Ministerio de Información y Turismo como Procesión de Interés Turístico y como uno de los 50 desfiles procesionales más típicos y característicos de España.
Fuente de los datos: Gobierno de Navarra y elaboración propia