Embalses de Leurtza, Urroz
En el noroeste navarro, entre los municipios de Urrotz y Beintza-Labaien, se esconden dos embalses construidos en 1920. En medio de los bosques de la Navarra atlántica, surgen estos lagos de montaña como una atractiva sorpresa.
La ubicación de los embalses en una cuenca cerrada cubierta de hayedos confiere al lugar una magia especial. Como sacados de un cuento de hadas, los embalses de Leurtza han sido declarados Área Natural Recreativa.
Así, el acondicionamiento con fogones, mobiliario, puntos de información combinado con el agua, las laderas boscosas, la tranquilidad y el atractivo paisaje hacen de este espacio natural un destino ideal para familias.
Una sugerente manera de deleitarse con el enclave es recorriendo un cómodo sendero local señalizado de 3,5 kilómetros y 60 metros de desnivel. A lo largo de éste se revelan los usos, la fauna y la flora del lugar. De esta manera, la escultura de la rana bermeja nos recuerda que este pequeño anfibio es el más característico del lugar y la plaza de la carbonera por ejemplo exalta el antiguo uso de este bosque para la producción de carbón.
Se puede completar con otro sendero señalizado de 9 km. (Folleto del Sendero)
Leurtza es un lugar donde los valores medioambientales y naturales están protegidos, en convivencia con usos humanos tan diversos como la explotación hidroeléctrica, la actividad ganadera, el uso forestal, la caza, la pesca, la recolección de setas y actividades de ocio como el senderismo, el montañismo o la plácida observación y disfrute de la naturaleza.
Déjate envolver por el frescor del paseo y disfruta de la mágica tranquilidad de estos lagos de montaña del Pirineo navarro.
Un poco de historia…
Los dos embalses de Leurtza se construyeron a comienzos del siglo XX, y su explotación se destina a la producción eléctrica a través de la tubería de presión que, tras salvar en una corta distancia un desnivel superior a 250 metros, alimenta una central situada río abajo.
Para realizar esta obra se construyó una pista de acceso desde Urrotz, hoy camino rural asfaltado desde la década de los 80, y se habilitó una cantera de extracción de piedra cuyos restos se observan en la orilla derecha del embalse inferior.
Actividad humana
La actividad forestal, tradicional en los bosques de Leurtza como en toda la Navarra atlántica, sufrió una notable transformación tras la construcción de los embalses: el buen acceso al lugar por la amplia pista permitió el desarrollo de la silvicultura y así los bosques de carboneo, de anchos y viejos árboles trasmochos, fueron desapareciendo para dar paso a los jóvenes hayedos que hoy podemos contemplar.
En las laderas de Leurtza aún son visibles las plazas de carboneo (pequeños rellanos circulares), testigos de este antiguo y desaparecido oficio.
Hoy, Leurtza es un bosque forestal ordenado y forma parte del patrimonio comunal de los pueblos de Urrotz y Beintza-Labaien, y durante años ha sido una importante fuente de ingresos para los municipios.
La ganadería es otra actividad presente en Leurtza: cuidados y cercados pastizales, con sus bordas de ganado ovino y vacuno, pastizales abiertos junto a los embalses y en las laderas de Munazorrotz, y helechales de corte anual, indican una actividad tradicional en armonía con otros usos.
La caza, fundamentalmente de paloma torcaz, se practica en otoño, con el paso migratorio desde Europa hacia la Península Ibérica. Los pasos de montaña de Uztakorta, Zumardena y Mugakosoro y las laderas de Askalda y Pariarte son puntos estratégicos donde se ubican las “trepas” o puestos de caza a escopeta encaramados a los árboles.
La actividad se organiza en cotos municipales que son utilizados por los vecinos o subastados a particulares, resultando una vía de ingresos para los ayuntamientos.
En menor medida, también se caza la becada y se realizan batidas de jabalí en las proximidades.
Fuente de los datos: Gobierno de Navarra y Leurtza.es