Mirador del Alto del Perdón, en pleno Camino de Santiago
El alto de la sierra del Perdón, situado a 770 m de altitud, es un mirador natural de excepcionales vistas panorámicas con orientación al norte hacia la capital navarra y las montañas pirenaicas y al sur hacia las tierras de cereales y pueblos medievales cargados de historia.
Es paso obligado de los peregrinos que realizan el Camino de Santiago, provenientes de Pamplona en dirección a Puente la Reina.
El mirador dispone de una mesa explicativa junto al singular y sugerente grupo escultórico en tamaño natural, denominado «Monumento al Peregrino» obra de Vicente Galbete. Está realizado en chapa y representa a una comitiva de peregrinos de distintas épocas que se cruzan con la línea de molinos de viento.
El texto que acompaña a la obra dice «Donde se cruza el camino del viento con el de las estrellas«.
El frecuente y fuerte viento que sopla habitualmente en este alto que hizo que la Sierra del Perdón contase con el primer parque eólico de la Navarra.
Espacio protegido: el Camino de Santiago está declarado por la Unesco como Itinerario Cultural Europeo Patrimonio de la Humanidad.
Un poco de historia…
Hasta mediados del siglo XIX hubo aquí una ermita dedicada a la Virgen del Perdón y un hospital de peregrinos. Levantada en el siglo XIII, esta ermita tenía gran importancia, ya que el caminante «alcanzaba aquí las mismas gracias que iba a obtener al finalizar su peregrinaje en Santiago de Compostela. Es decir, conseguía el perdón de sus pecados y garantizaba su salud espiritual en caso de muerte en lo que quedaba de trayecto».
Parece ser que el santuario estuvo respaldado por una asociación medieval conocida con el título de Cofradía del Santo Hospital y Basílica del Nuestra señora del Perdón.
La ermita fue expoliada por los franceses durante la guerra de la Independencia, y desapareció definitivamente a mediados del siglo XIX. La imagen de la virgen fue trasladada a la iglesia de Astrain.
Leyenda del alto del Perdón
Cuenta la leyenda que un peregrino consiguió coronar el Alto del Perdón exhausto, muerto de sed y de cansancio. Tras recuperarse un poco de la subida, buscaba una fuente donde poder conseguir un poco de agua que llevarse a la boca.
Mientras buscaba, descubrió a alguien que parecía por su aspecto un peregrino y se dirigió a el, preguntándole si conocía alguna fuente cercana. Éste, revelando su verdadera identidad, y presentándose como el diablo, le contesto que si, que sabía de una, pero que para beber de ella debía renegar de Cristo y de Santiago y entregarle su alma.
El peregrino, negándose a aceptar sus condiciones, cae desfallecido y el diablo se marcha abandonándolo a su suerte. El Apóstol Santiago, en reconocimiento a la fortaleza de su Fe, recoge al pobre peregrino y haciendo brotar de las piedras la que en adelante se llamaría la Fuente Reniega, le da de beber de su propia vieira.