Ruta por la Navarra romana
La civilización romana, cuya organización se basaba en el progreso y bienestar, ha dejado su impronta en Navarra tras varios siglos de presencia en este territorio. Durante cientos de años ejerció una potente hegemonía, fruto de lo cual hoy contamos con abundantes restos de su presencia, que se manifiestan tanto en en complejas construcciones de ingeniería creativa como en villas y ciudades que paulatinamente van apareciendo y se van rescatando para estudio y memoria de esta presencia romana en Navarra.
Acueductos, calzadas, puentes, torres, villas y ciudades representan la arquitectura de la época romana, que perdura en Navarra a través de los siglos y que constituyen alguno de los atractivos turísticos de visita obligada.
Andelos, la ciudad del agua (Mendigorría)
Andelos fue probablemente la ciudad más más importante del imperio en Navarra. Contaba con un desarrollado sistema de abastecimiento de aguas. La ciudad romana se remonta a los siglos IV-III a.C. y se mantiene como lugar habitado hasta la época medieval tardía, conservándose la ermita de Nuestra Señora de Andión como único elemento que pervive actualmente. [ +info ]
Villa Romana de Las Musas, unión de vino y mitología (Arellano)
Construida entre los siglos I y V d. C., es conocida también como Villa de las Musas en alegoría a los mosaicos con el culto a Cibeles y Attis protagonizados por nueve diosas y sus maestros que decoran las dependencias. La Villa de las Musas guarda una estrecha relación con el mundo del vino, algo que se pone de manifiesto en las diferentes estancias que podemos visitar. [ +info ]
Liédena, villa romana de mosaicos
Los restos arqueológicos de la villa rural de Liédena emergen ante la Foz de Lumbier. El pozo, los muros y la sucesión de losas atestiguan que la villa fue habitada en dos épocas, siglos II y IV, y sufrió un incendio. En su día, Liédena estuvo formada por un peristilo o patio central en torno al cual se organizaban más de 50 habitaciones y dependencias. [ +info ]
La ciudad romana de Cara (Santacara)
Cara es una ciudad romana fundada con el motivo de las Campañas Sertorianas, y que aparece citada como mansio viaria (lugar, por tanto, de descanso de viajeros) en la ruta de Zaragoza a Pamplona. Podemos ver estructuras de viviendas y tramos de calzada, lo que da pie a pensar que aquí hubo, no una simple villa, sino una importante ciudad romana. [ +info ]
Santa Criz, importante ciudad romana (Eslava)
Cercanos al pequeño pueblo de Eslava nos econtramos con los restos de una ciudad romana que vivió su máximo esplendor entre los siglos I y II. La monumentalidad y abundancia de los restos encontrados hacen pensar que se trataba de una gran ciudad. Se han encontrado abundantes e interesantes restos epigráficos en su entorno. [ +info ]
Villa romana de Ramalete (Tudela)
La villa de Ramalete fue una de las mayores villas del bajo imperio del norte peninsular. Al parecer construida en el s. IV d.C., fue una rica y refinada explotación agrícola, que conservaba varios de los mejores mosaicos romanos de la época. Además, en ella se han encontrado los restos de unas termas, pinturas en las paredes, varios restos de cerámica del tipo terra sigillata y utensilios de hierro. [ +info ]
En tiempos de Roma, al igual que ahora, Navarra fue tierra de paso. Fruto de ello son muchas las calzadas romanas que la atravesaban para facilitar el tránsito tanto de personas como de toda clase de mercancías. El área interpretativa protege un tramo de Calzada romana de 200 metros de longitud y está protegida por un vallado rústico. [ +info ]
Otros restos, como los yacimientos romanos de San Esteban y Los Villares en Falces, atestiguan la presencia de población en el siglo II d.C. También en Aibar, en los lugares llamados El Llano y en Soreta, existen restos de población romana, así como en la pequeña localidad de Oteiza donde existen una serie de inscripciones romanas con referencias a bandidos de la zona y un miliario romano procedente de los alrededores de la ermita de San Tirso.
El Museo de Navarra, en Pamplona, contiene algunas de las piezas más singulares del patrimonio romano navarro, entre las que destaca el mosaico del Triunfo de Baco, datado del s. I. El arte romano está representado por otros mosaicos, como el de Teseo y el Minotauro, y por restos arquitectónicos que atestiguan la presencia romana en Pamplona y varias localidades navarras.