Arte e historia en la Ribera de Navarra
Tudela y la Ribera Navarra dispone de una Catedral espectacular, Monasterios, iglesias y otros monumentos de gran valía
Arte Barroco
El Barroco dejó en la Ribera de Navarra una impronta hecha de un permanente juego de contrarios. Brillo y esplendor en las decoraciones, trabajadas en materiales pobres.
Magníficas iglesias, conventos y palacios, en los que el ladrillo es más frecuente que la piedra o el mármol, repletos de interesantes esculturas policromadas entre las que destacan pasos procesionales de gran teatralidad.
En la pintura, con Vicente Berdusán a la cabeza (S. XVII) se alcanzaron los mayores logros de expresión, naturalismo y belleza compositiva.
Brillantes son los cascos urbanos barrocos de Corella, Tudela, Villafranca y Milagro, con espléndidas casonas y majestuosos edificios públicos, donde queda patente el empeño de lograr la belleza y la admiración.
Casa Museo Arrese, Corella
Castillos y palacios
Del antiguo Reino han perdurado fortalezas en lugares estratégicos, hechas para defender y consolidar las cambiantes fronteras de nuestro territorio, primero contra los musulmanes del valle del Ebro y más tarde frente a los poderosos vecinos de Castilla y León.
Navarra ha sido siempre tierra de palacios. Son solares nobles y sobrios que presentan una gran variedad, desde las viejas torres medievales fortificadas, hasta las casonas barrocas con amplios balcones y frontis blasonados.
Muchos quedan en pie desafiando al tiempo, testigos mudos de grandeza y tiempos pasados.
Monasterios del Cister
Campo y soledad, el entorno perfecto para acoger a los tres conjuntos monásticos más importantes de la Orden del Císter en la Ribera de Navarra: el Monasterio de la Oliva en Carcastillo, el de Santa María la Real de Fitero y el de Santa María de la Caridad de Tulebras.
Austeros y sencillos, todos ellos nos transmiten serenidad y fortaleza. Son magníficos exponentes del que se ha dado en llamar “estilo cisterciense”: arquitectura románica de transición al gótico.
Visitarlos o pasear por sus inmediaciones nos permite imaginar la vida de estas comunidades religiososas, dedicadas a la oración y la caridad, siguiendo la regla “ora et labora” como recomendaba San Bernado.
Museos
Los museos de la Ribera de Navarra, enclavados en edificios destacados, nos ayudarán a comprender mejor el mestizaje de culturas que ha hecho de la Ribera de Navarra un rico crisol.
En sus entrañas guardan el legado de las civilizaciones: ricos muestrarios de arte y objetos significativos de diversas épocas. Cada museo tiene su propia misión.
El de la Ciudad de Tudela, en el Palacio Decanal, es el guardián de la memoria de la ciudad, donde permanece el recuerdo de su pasado señorial y de la convivencia cultural.
La antigua Roma sigue presente en la Casa Museo de Arrese.
El Museo Muñoz Sola reúne una interesante colección de arte moderno.
En el Museo del Monasterio de Tulebras podemos disfrutar de importantes obras de orfebrería y pintura, antes se exhibían en la iglesia, o en otras dependencias monásticas menos accesibles.
Museo de Tudela, Palacio Decanal. Interior (By Mariluz González)
Yacimientos arqueológicos
Durante siglos y decenas de generaciones, las diversas civilizaciones que han poblado la Ribera de Navarra, atraídos por su situación estratégica, han dejado improntas que hoy contemplamos y nos ayudan a entender mejor nuestro presente.
Las ruinas romanas y los restos de prósperas villas, como la del Ramalete en Tudela, o las de Falces, nos dan una idea del refinamiento y la riqueza con que vivían sus moradores.
Los vestigios de las calzadas nos permiten reconstruir las grandes vías romanas que unían norte y sur.
Algunas excavaciones nos muestran la organización urbanística bajomedieval y el papel estratégico que este lugar tuvo en la defensa del Reino de Navarra hasta que fue arrasado en 1455.
