El Castillo de Marcilla, Navarra
El Castillo de Marcilla, en la localidad del mismo nombre, es una fortificación gótica levantada en el siglo XV por Mosén Pierres de Peralta, situada en el centro de la villa.
Además de un papel defensivo esta fortaleza desempeñó el de mansión palaciega de los marqueses de Falces, descendientes de Pierres de Peralta.
Defendido y salvado de su demolición en 1516, por doña Ana de Velasco, esposa del señor marqués, Alonso Carrillo, contra las tropas guipuzcoanas que comandadas por el capitán Villalva, pretendían demoler la fortaleza siguiendo la orden del Cardenal Cisneros.
Albergó la famosa espada Tizona del Cid y su armadura, además de otras reliquias.
El castillo tenía en su interior un gran patio de armas en torno al cual se distribuían las dependencias. En tiempos modernos, se fueron añadiendo construcciones más bajas que redujeron este espacio interior, todo lo cual se ha demolido en la actualidad.
Ahora por fin es posible recorrer sus muros y conocer algunos de sus secretos en las visitas guiadas gratuitas organizadas.
Características generales
En sus principios fue fortaleza defensiva, después castillo palaciego y terminó siendo una confortable mansión señorial.
De recios sus muros, contaba con torres de esquina, teniendo en el centro otra más elevada y esbelta, pero menos gruesa, provista de airosas almenas y anguladas saeteras. En la obra de fábrica podían verse la piedra y el ladrillo, aunque éste corresponda a épocas más próximas a la actual.
Las saeteras abundan no solamente hacia el exterior, sino también hacia el interior y el amplio patio de armas. Tenía los muros exteriores en talud y, por todas partes se abrían arcos y ventanales en ojiva.
Todavía se conserva una buena parte de los fosos sobre los que se cernía el puente levadizo. Al lado exterior de las torres mostraba águilas negras con alas y garras abiertas, hasta que, años después de la celebre batalla de las Navas de Tolosa, fueron sustituidas por las cadenas del Rey Sancho el Fuerte.
Historia del Castillo de Marcilla
La fortaleza señorial que aún puede admirarse en el centro de Marcilla se edificó, al parecer, en los últimos años del reinado de Carlos III el Noble. En 1424, este monarca dio a Mosén Pierres de Peralta materiales para las obras, y poco después, mil libras con el mismo fin.
Hacia 1429, Juan II y Doña Blanca dieron al citado Mosén Pierres el señorío de la villa.
Desde que en 1513 Fernando el Católico instituyó el marquesado de Falces a favor de don Alonso de Peralta, fue este castillo núcleo y cabeza de dicho marquesado, uno de los estados o señoríos más importantes y dilatados del Reino. En 1788, el licenciado Ricarte envió un informe descriptivo a la Academia de la Historia.
La armería del castillo contenía numerosas adargas, petos, morriones, picas y todo género de armas y arneses. En la cámara del marqués se guardaba antiguamente la famosa espada Tizona del Cid y su armadura, y en la capilla se veneraba una Santa Espina y se conservaba «un dinero de los que fue vendido Nuestro Señor».
En 1820, un ayuntamiento liberal hizo demoler «unas garitas que estaban donde la plaza principal… y un fortín que al parecer sirvió de cuerpo de guardia y es de figura de un cubo».
La leyenda
Es conocida la leyenda, según la cual la marquesa Ana de Velasco se enfrentó valerosamente en 1516 a las gentes de armas del coronel Villalba, impidiendo que se llevase a cabo la demolición de la fortaleza, decretada por el cardenal Cisneros.
Los guipuzcoanos, en nombre de Castilla, tras conquistar Navarra, ordenaron la demolición de la mayoría de los castillos (orden general del cardenal Cisneros). En el de Marcilla mandaba la marquesa de Falces.
Al ser informados de la llegada de Don Hernando del Villar, Doña Ana ordenó aprovisionarse de víveres y disponerse para la defensa. Cuando llegó al Castillo le tributó un gran recibimiento, preparó un banquete y los castellanos se embriagaron.
En atención al trato recibido, Don Hernando del Villar permitió a la dama salir de la fortaleza con sus pertenencias y servidumbre. La heroína le respondió en tono altivo que era ella la que concedía la vida. Desarmados, los soldados tuvieron que abandonar el castillo, humillados por la astucia de Doña Ana de Velasco.
Descripción del Castillo de Marcilla
El castillo, palacio, hermoso ejemplar de fortificación gótica, fue construido en ladrillo sobre taludes de piedra, que pudieran datar de época anterior (los diferentes colores y texturas indican las diferentes fases de la obra). Los fosos que le rodean indican su carácter de fortaleza. En los cuatro ángulos del cuadrado se elevan unos fuertes torreones prismáticos. Existen otros que interrumpen el centro de los muros, salvo el del sur que ha sido sustituido por una galería. Hacia 1980, el castillo fue adquirido por la Diputación para su restauración.
El edificio, declarado Bien de Interés Cultural, cuenta en los cuatro ángulos se alzan unos fuertes torreones prismáticos, que se completan con otros intermedios, entre los que destaca, en la fachada principal, la torre del homenaje. En su interior destacan la capilla que conserva sus pinturas (s. XVI) y el patio de armas, en torno al cual se distribuían las distintas dependencias.
Por su importancia como obra de arte y su activa presencia en la historia de Navarra ha sido integrado en la Ruta de Castillos y Fortalezas de Navarra.
Visitas guiadas
- Para realizar la visita es necesario llamar al 948 713 545, de lunes a viernes, de 9:00 a 14:30.
- Las visitas guiadas se realizarán los sábados, domingos y algunos festivos a las 12 h.
- Se podrán realizar visitas de grupo cualquier día de la semana.
- La duración de la misma es de hora y media aproximadamente. Incluye la visita a la ermita de la Virgen del Plu.
- Precio: 3€ por persona ( entrada gratuita para los niños menores de 10 años ).
- Precios por grupo: 120 € (grupo de 50 – 55 personas)
Horarios, fechas y precios orientativos. Se aconseja confirmar con la entidad responsable.
Descubre la ruta de los Castillos y Fortalezas de Navarra....Fuente de los datos: Gobierno de Navarra y elaboración propia