Hostal El Almadiero, Burgui
El Hostal El Almadiero está situado en una casa de piedra típica del siglo XVIII, en Burgui, en el valle de Roncal.
Abrió sus puertas en el año 1990 tras un cuidado proceso de restauración que ha dado como resultado un acogedor hostal en el que predomina la piedra y la madera, donde te ofrecen un acogedor recibimiento y un trato cálido que te hará sentir como en tu casa.
Ofrece un alojamiento rústico con conexión Wifi gratis en todo el Hostal por tiempo ilimitado, servicio de minibar, zona común con sala de lectura y terraza de verano.
El Hostal El Almadiero dispone de ocho confortables habitaciones soleadas, la mayoría con vistas al exterior, a los campos y montañas de los alrededores. Cuatro de ellas con cama doble, y otras cuatro con dos camas de 0,90 m. Todas cuentan con suelo de madera, calefacción central y baño privado con ducha y secador de pelo.
Cuenta con una bonita zona de estar, en lo que fue el antiguo corral para los animales. Totalmente rehabilitado, conserva su aspecto original. Todo decorado con el estilo típico del Pirineo para conseguir la tranquilidad y calidez que busca.
Junto al salón, se encuentra el comedor del Hostal, con servicio exclusivo para hospedados. Por la mañana te dan los buenos días con un rico desayuno a base de productos ecológicos como el aceite, el pan de muesli…
El restaurante tiene una decoración rústica con paredes de piedra vista y vigas de madera. Si quieres degustar su menú elaborado con productos de temporada, puedes hacerlo concertando la cena.
El personal del Hostal El Almadiero estará encantado de ofrecerle mayor información sobre las actividades de la zona y de ayudarle a reservar visitas guiadas.
Los Pirineos y la frontera con Francia están a unos 35 minutos en coche. Pamplona se encuentra aproximadamente a 1 hora en coche.
Más información y reserva onlineQué ver en el entorno
Agua y madera, nieve y bosques
El Hostal El Almadiero está rodeados de hermosos parajes que encierran toda la historia del pueblo. Historia que habla de tradiciones, de oficios, de brujería, de formas de vivir y de morir. Naturaleza, cultura, tradiciones, deporte, gastronomía… una amplia y variada oferta que permiten conocer el Valle de Roncal desde distintos puntos de vista.
Agrestes y delicados bosques como el de Irati, en cuyo interior, si escuchamos con atención, podemos oír las conversaciones que tienen los pajarillos con los gnomos, y donde sus regatas nos descubrirán el milagro de la vida.
O rincones únicos, como el de Belagua, donde el verde y el azul se funden gracias a las montañas.
Las aguas del río Esca, columna vertebral de el Valle, a lo largo de los siglos han ido labrando su obra maestra, la Foz de Burgui. Este “camino” natural fué durante muchos años la vía de comunicación de los roncaleses.
En esta Reserva Natural, además, encontramos numerosas aves como las chovas, los buitres, el quebrantahuesos, etc.
La Reserva Natural de Larra constituye uno de los macizos kársticos más impresionantes de Europa. Su morfología ha dado lugar a un paisaje de dolinas, lapiaces y simas, que lo convierten en un lugar privilegiado para la espeleología.
Pero además de una indudable riqueza natural, el Valle de Roncal cuenta con una riqueza cultural incalculable. Y de ello dan buena cuenta los distintos museos, iglesias y ermitas que podemos visitar a lo largo de las 7 villas.
Desde la Casa Museo de Julian Gayarre, hasta el Museo del Queso, pasando por el de la Almadía o por el de los Roncaleses. Ermitas como las de Idoia, Arrako, o Zuberoa.
Y muy cerca el monasterio de Leyre y el Castillo de Javier.
Qué hacer
Tradicionalmente, con la llegada de la primavera, las almadias descendían por el Esca buscando otros valles en los que comerciar con la madera. Actualmente todos los años el primer fin de semana de mayo se recuerda a aquellos navegante celebrando en Burgui el Día de la Almadía.
El día se hace más largo y la luz y el color lo llenan todo. Infinitos verdes empiezan a poblar los bosques que vuelven a la vida. Rojos, blancos, amarillos, azules… delatan la presencia de flores en cualquier rincón. Los paseos en esta época del año son únicos.
Andando o en bicicleta podemos atravesar bosques, subir montañas o descubrir valles.
Las últimas nieves todavía están presentes en las cumbres y los ríos acogen las aguas del deshielo. Es la mejor época para todo tipo de actividades acuaticas en los ríos y barrancos; piragüismo, rafting, hidrospeed, descenso de cañones…
Para los amantes de las aves, el Valle de Roncal y sus alrededores son un paraiso para realizar avistamientos. Desde el Hostal El Almadiero prestan el material necesario y aconsejan sobre los mejores lugares para realizar las observaciones.
- Diploma de compromiso con la calidad
- Ubicación: típica casa roncalesa del siglo XVII situada en la plaza del pueblo de Burgui.
- Servicios de habitaciones: dispone de 9 cálidas habitaciones con baño completo, TV con parabólica y calefacción.
- Servicios del hostal: cuenta con una sala de estar situada en lo que fue el antiguo corral que, totalmente rehabilitado, conserva su aspecto original de paredes de piedra y vigas vistas. Está equipado con chimenea, TV, biblioteca, música y servicio de bar. También cuenta con un comedor donde se sirven desayunos y cenas a los clientes. Del 15 de julio al 15 de septiembre se abre el restaurante a todo el público.
- Habitaciones del hotel: 8.
- Nº de plazas: 18.