La Romería a la Trinidad de Lumbier
Esta romería penitencial se celebra desde el siglo XIX el día de la Santísima Trinidad, el primer domingo después de Pentecostés. A las 8:00 de la mañana tañen las campanas y numerosos romeros comienzan su peregrinación a la ermita de la Trinidad. Asomada en el borde de un escarpe rocoso de la sierra de Leyre, resplandece con su característico color blanco.
Penitentes de la hermandad de Los Cruceros vestidos con túnicas negras portan pesadas cruces de madera y ascienden cansadamente hasta la ermita, a 740 metros de altitud. La peregrinación se hace en fila, ordenadamente según la antigüedad de los Nazarenos. Los jóvenes a la cabeza, los más expertos atrás. El periplo se caracteriza por la sobriedad y la espiritualidad y dura una hora aproximadamente.
Una vez en la ermita se oficia una misa y seguidamente, los devotos celebran una animada jornada festiva.
Es un día emblemático en Lumbier, que reúne a los vecinos con aquellos lumbierinos que habitualemte residen fuera y que acuden a Lumbier en esta fecha tan especial, el domingo siguiente a Pentecostés.
El tañir de las campanas de la Iglesia de la Asunción, anuncian a las ocho en punto, de la salida de los entunicados, que portando sus cruces negras a hombros, marchan en procesión hacia la ermita de la Santísima Trinidad, situada en una arista de la Sierra de Leyre o Errando, a 740 metros sobre el nivel del mar.
A la llegada les recibe en el interior de la Ermita el caldo que se cocina con pasión y devoción en exclusiva para este día. Continuando a las nueve y media con la misa en la explanada de la Ermita y continuando con el tradicional almuerzo en familia o en cuadrilla.
Con el canto de la Salve en dirección a la Virgen de Ujué, comienza la bajada desde la Ermita hacia la Iglesia a las doce del mediodía.
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