Semana medieval de Estella
Banderas, pendones, antorchas y trajes medievales trasportan al visitante a plena Edad Media. A mediados de julio, Estella celebra su semana medieval.
Tras el pregón de inauguración leído por el mismísimo rey navarro, comienza un programa de actos muy variado: degustaciones de recetas medievales, actuaciones de juglares, luchas entre caballeros, habilidades artesanales, continuas representaciones callejeras, espectáculos de cetrería, conciertos, cenas medievales, mercados y mucho más.
Una fiesta con solera en la que se vuelca la ciudad al completo. El pase de modelos medievales por calles y comercios está asegurado.
Diversas actividades con entidad propia como para captar nuestra atención y ser ya merecedoras de la visita, se agrupan en una semana para conseguir un programa lo más completo posible.
Los comercios de Estella se engalanan al estilo de la Edad Media y los comerciantes visten ropas de la época convirtiendo sus comercios en castillos medievales. Los mesones de la ciudad sirven a locales y visitantes platos típicamente medievales en una cuidada ambientación de época.
Además, malabares, exhibición de rapaces, actuación de abanderados, pasacalles, música y teatro callejero ambientan las calles hasta conseguir retrotraernos hasta la edad media.
El fin de semana se completa con los Mercado de Antaño en el barrio de San Juan y La Rua y de Mercado de los Oficios en los barrios de San Miguel y San Pedro.
Estos mercados consiguen recrear la ambientación de una antigua villa medieval que situada al borde de la Ruta Jacobea albergaba a todo tipo de personas, desde el aguerrido caballero y su damisela, hasta el bufón de algún conde o señor medieval, pasando por las grandes muchedumbres que se agolpaban en las calles, esperando encontrar algún albergue donde reposar después de largas horas de caminata bajo un tórrido sol.
Además el Mercado de Antaño tiene la virtud de ofrecer los productos más variados en su estado puro ya que son los mismos artesanos quienes los ofrecen e incluso los fabrican en el mismo momento (caso de los productos artesanales del cuero, la madera, el cristal,…). Esto mismo resulta atractivo por lo inusual de su frecuencia y a la vez lúdico dado que sirve para transmitir la esencia de los viejos oficios, muchos de ellos, en peligro de extinción.
Esta semana tiene también otra faceta, más académica en las diversas conferencias y ponencias que se imparten a lo largo de la misma por numerosos expertos y estudiosos que se concentran en Estella, en esos días con objeto de participar en la Semana de Estudios Medievales que también tiene su sede en la localidad.
En definitiva se trata de una fiesta de gran interés turístico, comercial y cultural para cualquier visitante y una inmejorable oportunidad para conocer el casco histórico y monumental de esta ciudad, que nos permite hacernos una idea de cómo debió ser la vida en la Edad Media.
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