Las cuevas de Arguedas, en la Ribera de Navarra, surgieron a finales del siglo XIX. Estos habitáculos se horadaban en el monte para dar lugar a viviendas donde vivían los arguedanos con menos recursos económicos.
Fue una época difícil, en la que se optaba por este tipo de construcción, para no vivir bajo el poder de unos pocos que tenían en propiedad la mayoría de las casas, que eran arrendadas a los habitantes de la localidad. Otra de las razones por las que se dió este tipo de construcción, fue por la relativa facilidad para excavar el terreno, e ir ampliando las viviendas conforme aumentaban las necesidades de las familias.
La orografía del terreno posibilitó excavar en la roca estos habitáculos que se disponían a lo largo de la fachada para aprovechar la luz natural, pues sólo los más privilegiados tenían suministro eléctrico. No existían los pasillos y se pasaba de una dependencia a otra directamente. Y muchas de las casas contaban con granero y corral, ya que la mayoría de sus propietarios eran agricultores.
En 1940 se contabilizaban en Arguedas 52 viviendas en cuevas; estas fueron abandonadas en los años 60 debido a la construcción de vivienda social en la localidad. La gran mayoría han sido clausuradas.
Normalmente la estructura de la vivienda se disponía a lo largo de la fachada para aprovechar la luz natural, no había pasillo y se pasaba de una dependencia a otra directamente. Muchas de las casas contaban con granero y corral, ya que la gran mayoría pertenecían a agricultores que necesitaban espacio para dejar sus útiles de trabajo.
¿Sabías qué…?
Estos alojamientos naturales y bioclimáticos se mantienen a una temperatura constante durante todo el año de entre 18 y 22 grados.
Observaciones: Al ser un espacio abierto se puede visitar en cualquier momento.
Fuente de los datos: Gobierno de Navarra y elaboración propia