Iglesia de San Miguel, Corella
Corella todavía conserva algunas huellas de su pasado multicultural, aunque es el estilo barroco el que decora la mayoría de las construcciones de este municipio. En la calle San Miguel, junto al palacio de los Arrese definido por su decoración rococó en tonos pastel, se alza elegante una de las mejores muestras de este ostentoso arte: la iglesia de San Miguel, considerada como el templo barroco más importante de Navarra.
De origen medieval, es la parroquia más antigua de Corella. Su aspecto actual responde a las sucesivas ampliaciones y remodelaciones acometidas en los siglos XVII y XVIII y que imprimieron al templo un acentuado cuño barroco. Bóvedas de arista, una pátina dorada cubriendo la exuberante decoración ó la alternancia de piedra y ladrillo en la construcción, conducen al espectador a una época de esplendor y postín.
En una modesta casa, justo enfrente de la Iglesia de San Miguel, una placa conmemorativa recuerda el lugar donde vivió el escritor y periodista Mariano José de Larra (1809-1837) cuando su padre ejercía la medicina en Corella.
La fachada principal, en la que se alterna piedra y ladrillo, se levanta a los pies de la iglesia. Dos espectaculares torres cobijan una portada pétrea a modo de retablo. Con arco de medio punto entre pilastras clásicas, el acceso al templo se encuentra coronado por una hornacina que cobija una escultura renacentista de San Miguel.
La estructura de la iglesia se compone de tres naves con cabecera pentagonal y crucero. El coro se sitúa a los pies en alto sobre la nave central. Bóvedas de arista cubren los tramos de las naves. Particular mención merece la profusa y rica decoración en la que prima el dorado: modillones de rico follaje y cabecitas de querubines agrupándose en la embocadura del arco de triunfo, varios ángeles que escenográficamente sostienen el escudo de armas de Corella.
Sobre el anillo de la cúpula e iluminados por la luz de los vanos superiores se ubican San Miguel y otros ángeles que luchan contra los demonios quienes, derrotados, parecen caer hacia el presbiterio, aunando de este modo los diversos espacios interiores del templo de manera absolutamente teatral. Una solución muy del gusto barroco.
El interior de la parroquia acoge un conjunto de retablos, la mayor parte del siglo XVIII. A este siglo pertenece el monumental retablo mayor. Una obra vanguardista para su época pues incorporó novedades que por aquel entonces grandes artistas españoles como Churriguera estaban introduciendo en Madrid. Se trata de una escultura llena de ritmo y movimiento y determinada por su exuberante y fina decoración: tableros, modillones vegetales, trofeos, guirnaldas de flores y cabezas de querubines… Además, columnas gigantes, ángeles y hornacinas con imágenes de santos y santas – Santa Mónica es la mejor talla del conjunto – completan la composición ofreciendo un resultado colosal. El resultado es que se trata de uno de los retablos barrocos más importantes de Navarra.
La fisonomía barroca del templo queda remarcada por diversas piezas como los púlpitos, la sillería de coro y el órgano, piezas todas ellas dieciochescas o su rico ajuar de orfebrería, si bien, entre las obras de mayor antigüedad, cabe destacar el Crucificado gótico del XV o la talla de gran calidad de la Inmaculada Concepción, de pequeño tamaño. En definitiva, un lugar imprescindible para dejarse envolver por el más puro estilo barroco.
- Horario: Todo el año:
**Misa: desde el domingo de Ramos hasta el 1 de octubre, de lunes a sábado, a las 10:00 y 20:00. Domingos y festivos, a las 10:00, 11:00 y 12:00. - Visita guiada
- Precio entrada: 2,00 €
- Empresa gestora: Concertar con el párroco, 948 780 062 y 606 063 835.
Horarios, fechas y precios orientativos. Se aconseja confirmar con la entidad responsable.
Fuente de los datos: Gobierno de Navarra