El Museo del Monasterio de Tulebras
El Monasterio de Santa María de la Caridad, conocido como Monasterio de Tulebras, cercano a la línea divisoria con Aragón y a la capital ribera, Tudela, tiene la peculiaridad de haber sido el primer cenobio cisterciense femenino de España (1149). Sobrevivió a la desamortización del XIX y está ocupado en la actualidad por monjas cistercienses de clausura.
En un antiguo dormitorio del siglo XII, se expone una exquisita colección de arte sacro de los siglos XVI a XVIII, en la que cabe subrayar la belleza del retablo renacentista de la Dormición de la Virgen o de la tabla de la Santísima Trinidad, ambos de Jerónimo Cósida y pertenecientes al manierismo renacentista, así como la original Virgen de la Cama, singular ejemplo iconográfico de las imágenes de vestir barrocas.
Además de distintas muestras de orfebrería, cantorales y mobiliario, también expuestos, se une la visita a la torre romana contigua que también conserva piezas de interés arqueológico.
El Museo se compone de tres salas, una de ellas es el antiguo dormitorio del s. XII que se utilizó como tal hasta el s. XVII. La mayoría de las piezas que se encuentran son de arte sacro; gran parte de ellas han sido utilizadas para el culto hasta hace muy poco. En él se exponen obras de pintura, escultura, orfebrería, algunos libros de coro, que van desde el s. XVI hasta finales del s. XIX.
Dentro del conjunto del Museo se hallan restos de una Torre Romana y algunas piezas de arqueología.
Sala I
En ella se encuentran expuestos tres retablos barrocos del siglo XVII. El de San Bernardo presenta un lienzo central con la Aparición de la Virgen al santo titular, quedando atestiguado en la cornisa de remate que fue encargado por Catalina Royo, religiosa del Monasterio, en 1649. El retablo de Nuestra Señora del Rosario fue donado por la familia Oñate y presenta una predela con lienzos de Santa Ana, Santo Domingo y San Pablo, un lienzo central con la imagen de la Virgen del Rosario, y un remate con otro lienzo que representa a Dios Padre.
Esta sala acoge además un escudo en madera policromada con las armas del arzobispo Hernando de Aragón, del siglo XVI, así como cuatro libros corales que se exponen en la vitrina central de la estancia, más una colección de relicarios barrocos.
Sala II
Esta sala contiene las obras más importantes de la colección, como son:
Retablo de la Dormición
Su traza es renacentista manierista y sus tres pinturas, obras de Jerónimo Cósida, quien fuera consejero artístico de Hernando de Aragón, han sido datadas hacia 1570. Esta obra está considerada entre las mejores que se conservan de la etapa de madurez de este pintor renacentista zaragozano. En el banco aparecen, pintados sobre tabla, San Juan Bautista y San Juan Evangelista. En el cuerpo principal, el Tránsito de la Virgen, rodeada de apóstoles, entre Santa María Magdalena y San Nicolás de Bari. En el ático, el Calvario. Desde la reforma del siglo XVI el retablo presidió la Capilla Mayor de la iglesia y en 1970 fue descolgado para su restauración, pasando posteriormente a su ubicación actual.
Tabla de la Trinidad
Obra también de Jerónimo Cósida, y quizá parte del Retablo de la Dormición, se trata de un trabajo particularmente interensante, al representar a la Santísima Trinidad como figura trifacial, empleando para ello la fisonomía que la iconografía ha destinado tradicionalmente al Hijo. La figura trinitaria aparece sedente y sosteniendo un diagrama triangular en el que, con intención didáctica, el autor explica que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son diferentes entre sí pero que los tres son Dios. La inusual representación trifacial, no del todo infrecuente en el Renacimiento, y el comentario teológico (que además no resulta del todo aclaratorio, ya que Cosida no explicita en qué medida el Padre «no es» el Hijo, y éste «no es» el Espíritu Santo, como éste último «no es» el primero, si en cuanto a personalidad o en cuanto a naturaleza) empujaron a la autoridad eclesiástica a retirar de la vista de los fieles tan conceptual obra. Así, 1628, año en que el papa Urbano VIII prohibió esta iconografía por considerarla herética, pudo ser el momento en que el abadesa mandó retirar esta tabla semicircular del Retablo mayor de la iglesia.
Retablo de San Francisco de Paula
Con un gran lienzo central del santo titular, aunque son de mayor mérito las pinturas laterales que representan mártires, papas, obispos y evangelistas.
Lienzo de la Inmaculada Concepción
Del siglo XVIII, realizado por encargo de Doña Francisca de Argayz y Ribera.
La sala II expone además un rico fondo de orfebrería, dispuesto en siete vitrinas
Sala IIII
Junto a dos pequeñas tallas de la Asunción y la Inmaculada, destaca la imagen de vestir articulada de la Virgen de la Cama, realizada probablemente a principios del siglo XVII. Descansa en un lecho en el interior de una urna bellamente policromada, fechada en 1784, que forma conjunto con seis candeleros de madera.
Torre romana
En este recinto se exponen varios capiteles románicos, muy sobrios y de espíritu cisterciense, y cuatro estelas discoidales funerarias, una de época prerrománica, en torno a los siglos X y XI, y las otras tres medievales. Estas estelas presentan una sencilla decoración, de cruz de malta y pétalo floral, y están labradas con técnicas de bajorrelieve, abiselado e incisión.
- Titular: Monjas cistercienses del Monasterio de Santa María de la Caridad.
- Contenido: Arte sacro del Monasterio (siglos XVI a XVIII).
- Horarios:
- De mayo a septiembre, diario de 11 a 13,30 h. y de 16 a 18 h.
Resto del año: sábados y domingos de 16 a 18 h.
Grupos: previa petición de hora todo el año.
Lunes, cerrado. - Tarifas: Acceso gratuito.
Fuente de los datos: Gobierno de Navarra y elaboración propia