Museo Pablo Sarasate, Pamplona
El legado que el insigne violinista y compositor pamplonés Pablo Sarasate donó a la ciudad que le vio nacer se puede ver en el rehabilitado Palacio del Condestable. Este edificio histórico, situado en la confluencia entre las calles Mayor y Jarauta, es el único exponente de la arquitectura civil de la Pamplona del siglo XVI.
El inmueble ha sido acondicionado como centro cívico y en él se desarrollarán diversas actividades culturales y de ocio. Para iniciar su andadura, se ha instalado una exposición monográfica en la que se recogen objetos relacionados con la vida y obra de Sarasate (1844-1908), el músico más célebre de todos los tiempos que ha dado Pamplona.
Un busto de bronce, obra de Mariano Benlliure; un retrato realizado por José Llaneces, así como sus violines Vuillaume y Gaul & Bernardel o su inseparable piano Bechtein, configuran uno de los mayores atractivos de esta visita.
La Exposición
La muestra se divide en cuatro partes y exhibe lo más significativo del legado que el músico, Martín Melitón de nombre original, hizo al Ayuntamiento de Pamplona algunos años antes de su muerte, ocurrida en Biarritz, en 1908. Objetos de uso personal, reconocimiento público (obsequios, condecoraciones y honores), recuerdos, información biográfica y memorias musicales.
No faltan múltiples presentes llegados de manos de reyes y emperadores, partituras, obras y programas musicales, pitilleras rusas de esmalte, o relojes de oro con leontina, así como la mejor colección europea de bastones, por los que Sarasate tuvo un amplio gusto.
La información cronológica se estructura bajo los títulos «Niño Prodigio», «Los años difíciles», «La conquista de Alemania» y «Consolidación del mito». Estas cuatro secciones recogen elementos gráficos como fotografías del artista, sus familiares y amigos o diplomas, así como datos biográficos y anecdóticos. A resaltar la reproducción del violín con el que galardonaron al niño prodigio cuando, a la edad de 13 años, ganó el primer premio de violín del Conservatorio de Paris. El original se le quemó a un amigo de Sarasate al que éste se lo había prestado. Otra curiosidad expuesta es la caricatura de Sarasate publicada en la revista Vanity Fair. El grabado pone de manifiesto la figura elegante de Sarasate a quien su coquetería le lleva a aprender de memoria todas las piezas para dar los conciertos sin sus necesarias gafas.
La mayoría de estos elementos se encontraban hasta ahora en el museo municipal, pero además, el visitante podrá disfrutar de otros novedosos recopilados específicamente para esta muestra como las postales que Sarasate escribió a su amigo Alberto Huarte.
La presencia de Pablo Sarasate en el museo es palpable gracias a los «rincones audiovisuales». Dos lugares en los que el visitante podrá escuchar obras de Sarasate interpretadas por admiradores y músicos de prestigio como Malikian, así como ver películas y documentales.
Pablo Sarasate, autor de «El Zapateado» o «Aires bohemios», obras musicales reclamadas en las mejores salas concertísticas del mundo, es hijo predilecto de la ciudad de Pamplona desde 1900. Su nombre preside la orquesta más antigua de España, un paseo céntrico de la ciudad, el Conservatorio Superior de Pamplona, un Concurso Internacional de Violín en la capital navarra y un bello mausoleo donde reposan sus restos en el cementerio de la ciudad que le vio nacer.
Muy cerca de este museo, sin abandonar el Casco Viejo y concretamente entre los números 19 y 21 de la calle San Nicolás, se puede leer una placa que recuerda el lugar exacto donde nació el insigne músico navarro.
El Palacio del Condestable
Este palacio del siglo XVI engrosa la lista de bienes de interés cultural de Navarra. Se trata de una casa palaciega, erigida por el IV Conde de Lerín y Condestable de Navarra, Luis de Beaumont. A lo largo de su trayectoria, el inmueble ha servido a la ciudad como sede episcopal e incluso como ayuntamiento.
En el siglo XXI, tras acometerse importantes trabajos de restauración, este palacio abre sus puertas al servicio de los ciudadanos como centro cívico.
La reforma emprendida ha devuelto al inmueble su apariencia original recuperando la esquina original o la arquería de la segunda planta. Además de estos elementos, las estancias más relevantes del conjunto son: el patio renacentista, la sala medieval de estilo gótico con arcos y muros originales y la planta noble del palacio, un amplio espacio con tres salones enormes y restos de la policromía original. [ +info ]
Fuente de los datos: Gobierno de Navarra