Parque Fluvial del río Arga
Pamplona tiene río: el Arga. Y su curso se ha convertido en un variopinto paseo natural de cerca de 12 kilómetros. Su millón de metros cuadrados lo convierten en el primer y gran pulmón verde de la ciudad. El Parque Fluvial de Pamplona es un paseo natural de recreo para viandantes y ciclistas de alto valor paisajístico que discurre a orillas de los ríos Arga, Elorz y Sadar.
Este recorrido, parque fluvial y simbiosis de agua y vegetación, te guiará a través de puentes históricos, presas, molinos, pasarelas, jardines, parques, embarcaderos, merenderos, puntos de pesca, granjas, huertas, cercados con caballos y vacas, fuentes, un frontón y hasta un Museo de Educación Medioambiental.
En ocasiones, el Arga se aproxima a la ciudad o se esconde de ella; conjuga zonas de actividad deportiva que frecuentan pescadores, piragüistas o ciclistas con idílicos oasis de paz; discurre ancho y pausado o se alborota en sus presas y estrechamientos… El Arga circunda Pamplona y la atraviesa. Anímate a seguir su curso.
El Parque Fluvial del Arga es un largo paseo de cerca de 30 km. que discurre a orillas del río Arga. Se adentra en Pamplona por las huertas de la Magdalena, cruza el barrio de la Rochapea y tras aproximarse al casco viejo, se aleja por el barrio de San Jorge.
También recorre las orillas de muchas localidades de la Cuenca de Pamplona como Burlada, Villava, Arre, Barañáin o Zizur Mayor.
Esta bella zona verde es fruto de los trabajos de recuperación medioambiental emprendidos en los años 90 del pasado siglo. El resultado, un largo paseo natural ininterrumpido que puede recorrerse a pie o en bicicleta y al que se asoman nuevos parques, pasarelas, nueve puentes, embarcaderos y viejos molinos hoy renovados, acompañados por fresnos, sauces, alisos, tilos o endrinos y tortugas, peces o patos, entre otros.
El Parque recoge singulares atractivos para el deportista, el aficionado a la pesca o el paseante tranquilo. Sus merenderos son un sitio perfecto para disfrutar de un día de campo sin alejarse de la ciudad.
El recorrido en Pamplona, siguiendo la dirección del río de este a oeste, se divide en cuatro tramos: Magdalena, Aranzadi, Rochapea y San Jorge.
- Meandro de la Magdalena: abundantes granjas y huertas, cuyas verduras son famosas por su calidad y sabor. Bonita presa donde se encuentra el Molino de Caparroso y la pasarela de la Magdalena, que conduce al Parque de Tejería. Además, llama la atención el puente de la Magdalena, de origen medieval y que atraviesan los peregrinos del Camino de Santiago.
- Aranzadi: se aleja de las murallas y discurre a partir del Molino de Ciganda, muy retratado por los pintores locales. En la calle Errotazar se encuentra el Museo de Educación Ambiental y, poco más adelante, el Puente de San Pedro, el más antiguo de la ciudad, cuyo origen podría remontarse a la época romana.
- Rochapea: se acerca de nuevo a los pies del casco antiguo. Varios son los puentes por los que atraviesa el río, algunos de factura moderna: el del Vergel, la Rochapea o de Curtidores, el de Oblatas, Santa Engracia y Cuatro Vientos.
- San Jorge: el paseo deja atrás un frontón, una fuente, una presa, un puente y un molino. Dos parques, el de San Jorge y Biurdana, flanquean el cauce. A lo lejos, queda el barrio de San Juan, y un poco más allá, el Puente de Miluce anuncia el final de la ciudad.
A partir de ahí, el Arga se adentra en un paisaje arbóreo, tranquilo y silencioso. Pamplona ya se ha quedado atrás.
Fuente de los datos: Gobierno de Navarra y elaboración propia