Valle de Salazar, naturaleza pirenaica
El valle de Salazar es un valle pirenaico de arquitectura cuidada, donde arte, naturaleza e historia se dan la mano y complementan junto a danzas, tradiciones o gastronomía una amplia oferta cultural.
Enclavado en el en el corazón del Pirineo navarro, el valle de Salazar ofrece una estampa con múltiples perspectivas, siendo vecino del valle de Roncal, con el que limita por el este. Pequeños pueblos de cuidada arquitectura remontan el río Salazar hasta llegar a Ochagavía, la localidad más pintoresca del valle.
Altas cumbres se asoman a la Selva de Irati, un extenso bosque que ofrece tantas sensaciones como colores en cada estación. Infinidad de senderos para perderse y ancestrales tradiciones, que los salacencos han cuidado con mimo, completan una rápida ojeada por este valle que invita a recorrerlo pausadamente.
El valle de Salazar se encuentra al noreste de Navarra. Se trata de un valle pirenaico de extensos bosques de pino silvestre y hayedos, además de algunos robledales que marcan la transición entre ambos. Su clima varía entre el submediterráneo y el subatlántico, lo que provoca fuertes contrastes térmicos y pluviométricos.
Naturaleza en el Valle de Salazar
Su gran valor natural se distribuye en dos partes diferenciadas; por el gran bosque de Irati y por las sierras de Abodi y Atuzkarratz. Debido a su disposición norte-sur, el Valle de Salazar ofrece una gran variedad de paisajes.
Desde las inmensidades boscosas del norte húmedo hasta la influencia del clima mediterráneo en el sur, a las puertas de las espectaculares foces prepirenaicas
El valle es famoso sobre todo por la selva de Irati, pero también por sus numerosos senderos, que llevan a visitar varios dólmenes, así como por la posibilidad de practicar esquí de fondo en las pistas de la sierra de Abodi.
El valle de Salazar está drenado por el truchero río Salazar y con un paisaje muy verde y predominio de las hayas en su vegetación, conserva intactos bonitos pueblos de montaña como Escaroz, Esparza de Salazar, Gallués, Izal, Ochagavia, Sarriés, Uscarrés, importantes espacios naturales como la Selva de Irati, el embalse de Irabia, los ríos Urbeltza y Urtxuria, el pico de Orhi (primer «dosmil» navarro, ya que es el primero de los picos que rebasa los 2.000 metros de oeste a este), techo del valle, y la Foz de Arbayún, puerta de entrada al valle desde el sur, entre otros.
Los pueblos del valle de Salazar
Los núcleos urbanos nacidos en torno al río Salzar exhiben casas blasonadas de piedra y madera, con tejados a dos o cuatro aguas de teja plana y fuerte pendiente para que la nieve resbale.
Entre todos ellos, Ochagavía se presenta como uno de los pueblos más pintorescos y típicos del Pirineo navarro, situado en la confluencia de los ríos Zatoia y Anduña. Buena parte de su encanto se debe a la estampa que ofrece en conjunto, con su puente medieval, sus estrechas calles empedradas, el cuidado caserío situado a ambos lados del río y su imponente iglesia-fortaleza, cuyo interior guarda un interesante retablo renacentista de San Juan.
Desde una carretera local que sigue el cauce del río Zatoia te adentrarás en la Sierra de Abodi, un cordón montañoso de 20 kilómetros de largo y una altitud media de 1.500 metros. Al final del recorrido te espera la ermita de la Virgen de las Nieves en plena Selva de Irati.
Este vasto hayedo-abetal, uno de los más extensos de Europa, te ofrece la posibilidad de contemplar algunas de las cumbres del Pirineo, como el Orhi, el primer «dosmil» del Pirineo.
Abandonando ya Ochagavía por la cuenca del Salazar, puedes acercarte a Ezcároz, pueblo de ambiente pirenaico, sede de la Junta del Valle y capital del mismo.
En dirección oeste por la N-140, llegarás a Jaurrieta, la localidad más elevada del valle, reconstruida tras el incendio de 1880. Continuando desde Ezcároz hacia el sur, te esperan Oronz y Esparza, donde las edificaciones pirenaicas conservan elementos góticos y ostentan blasones.
El truchero río Salazar discurre paralelo a la carretera que nos lleva hacia Ibilcieta, Sarriés y Güesa. Aquí puedes desviarse hacia Igal, donde hallarás algunas estelas discoidales en el atrio de la iglesia románica de San Vicente.
En Izal encontrarás el único hórreo pirenaico de este valle. Enfrente se encuentra el señorial Iciz, con edificios góticos, Gallués y por último, Uscarrés, cuya iglesia románica guarda restos de pinturas góticas y un curioso sagrario.
Arte y patrimonio
El Valle de Salazar posee un gran patrimonio arquitectónico. Iglesias medievales, ermitas con espléndidas vistas… conforman el principal atractivo de la arquitectura religiosa. Cabe citar también en este campo las estelas funerarias de Igal, muy bien conservadas.
Además, la propia estructura de los pueblos, la disposición de las casas, las casonas palaciegas o las calles empedradas han ido recogiendo a lo largo del tiempo el sabor y las vicisitudes de una historia que también nos habla a través del paisaje.
Testigos de una historia propia y señorial, en algunos pueblos todavía se mantienen ejemplos espléndidos de arquitectura medieval.
El paso de la historia se ha dejado notar en las construcciones religiosas del Valle de Salazar. Descúbrelas una a una y déjate sorprender por su ubicación o por la belleza artística que atesoran. En su mayoría góticas, las hay también románicas, como la de la Asunción en Uscarrés o la de San Vicente Mártir en Igal.
Lo más habitual es encontrar estilos arquitectónicos diferentes, correspondientes a sucesivas reformas, y superpuestos en el mismo edificio. Algunas de ellas destacan por su arquitectura o su emplazamiento, otras en cambio, por su interior, con retablos e imágenes de alto valor artístico.
La fuerte personalidad del valle y su relativo aislamiento han ayudado a mantener la cultura popular tradicional hasta nuestros días. La trashumancia, las tradiciones, las danzas, el habla… conforman un legado imprescindible a la hora de conocer el Valle.
Actividades turísticas
Salazar es un Valle que ofrece multitud de posibilidades al visitante. Una amplia red de senderos, tanto en la Selva de Irati como en los pueblos, permite recorrer los más variados paisaje. Para los más activos, bicicleta de montaña para disfrutar por los senderos del centro BTT Irati.
También hay visitas guiadas que acercarán al visitante a un bien conservado patrimonio. Y cuando la nieve cubre con su manto, esquí de fondo.
Recorridos
La Sierra de Abodi, además de ofrecer unas impresionantes vistas desde el llamado Alto de Tapla, permite desde este punto iniciar rutas de senderismo. A izquierda y derecha de la carretera, verás dos paneles informativos de los senderos señalizados.
En el corazón del Irati se inician seis recorridos locales. Todos ellos van por sendas, entre árboles y no se pueden realizar con bicicletas de montaña. Para ello existen pistas forestales, con apenas desnivel. También puedes disfrutar del senderismo haciendo las etapas del GR11, bien sea desde Orbaizeta hasta las Casas de Irati y Ochagavía o viceversa.
Como ascensiones, te proponemos el Pico de Orhi (2.021 m.) con 1 hora de subida desde el túnel de Larrau o Abodi (1.533 m.) una hora y media desde la estación de esquí de Abodi en Pikatua.
Fiestas y tradiciones populares
Son muchas y se realizan durante todo el año. Hay que destacar la romería del 8 de septiembre a la ermita de Muskilda, en la que los danzantes de la localidad interpretan antiquísimos bailes. El grupo lo forman 8 danzantes, ataviados con traje blanco, etxarpa, cintas de colores, gorro, cascabeles y castañuelas.
Ante la ermita se interpretan los paloteados y la jota a la Virgen de Muskilda.
Otra romería en la que se representa un baile típico se celebra el día 15 de agosto en honor de la Virgen de la Blanca en Jaurrieta, donde las chicas del pueblo bailan el «Axuri Beltza» vestidas de salacencas.
Gastronomía en el valle de Salazar
Existe un amplio abanico de posibilidades gastronómicas que pueden seducirte. Una de ellas son las migas, plato eminentemente pastoril basado en el aprovechamiento del pan seco cortado en finas lonchas y hecho en la sartén con la grasa de trozos de tocino y longaniza.
También la ternera y el cordero lechal junto con la trucha a la Navarra (frita con jamón), además de las setas, entre las que destacan los perretxikos de primavera, y los hongos que se pueden degustar en otoño.
La cocina con piezas de origen cinegético también es muy variada (ciervo, corzo, jabalí, paloma…). Para completar el menú, postres caseros derivados de la leche y pacharán, muy digestivo después de una buena comida.
Oficinas de turismo y puntos de información
La Oficina de Información y Turismo del Valle de Salazar se encuentra situada en el Centro de Interpretación de la Naturaleza de Ochagavía. Está abierta todo el año. Tel. 948 89 06 41.
Además, en temporada alta, existe un punto de información en la Selva de Irati. Virgen de las Nieves, a 4 km de la cola del embalse, una caseta de información del guarderío de Irati. Abierto en temporada alta, y en temporada media los fines de semana.
Otros puntos de información antes de llegar al Valle de Salazar:
- Selva de Irati. Arrazola. Acceso por Orbaizeta. A 1 km del barrio de Larraun, camino al embalse. Caseta de información del guarderío de Irati. Abierto en temporada alta, y en temporada media los fines de semana.
- Centro de Interpretación de la Naturaleza de Roncal. Abierto todo el año. Tel. 948 47 52 56
- Centro de Interpretación de las Foces, Lumbier. Abierto todo el año. Tel. 948 88 08 74
- Garralda. Abierto en temporada alta, Semana Santa y de julio a octubre. Tel. 948 76 43 74.
- Oficina de Información de Roncesvalles. Abierto todo el año. Tel. 948 76 03 01.