Expo Occidens, que puede visitarse en la Catedral de Pamplona desde el pasado mes de octubre, ha recibido el máximo galardón en los Premios Core77 de Nueva York dentro de la categoría de Interiores y Exposiciones. La propuesta de los arquitectos Vaillo e Irigaray ubicada en la Catedral de la capital navarra competía con otras trece exposiciones y creadores de países como Reino Unido, Holanda, Bulgaria, Noruega, Alemania o Japón.
Los premios Core77 reconocen la excelencia en todas las áreas del diseño, divididas en 17 categorías en las que compiten diseñadores gráficos, arquitectos, escritores y artistas de los cinco continentes. El jurado de la categoría Interiores y Exposiciones, presidido por Andrés Mier y Terán, estaba integrado por los arquitectos mexicanos Mauricio Lara, Michel Rojkind, Carla Fernández y Sebastián Lara.
Los miembros del jurado valoraron en Occidens el equilibrio entre lo histórico y lo nuevo, la creación de nuevos espacios que respetan y contrastan con la historia de la Catedral de Pamplona hasta el punto de que el legado histórico del edificio se potencia gracias al contraste con la moderna exposición.
Occidens es toda una invitación a descubrir la historia de Occidente; un viaje experimental a las distintas etapas de nuestra historia de la mano de las nuevas tecnologías. Vivir en primera persona la batalla de las Navas de Tolosa, escuchar las voces de los monjes de Leyre cantando gregoriano o ver los restos arqueológicos que esconde el suelo de la Catedral son algunos de los atractivos que ofrece Occidens. Más de 4.500 m2 distribuidos en doce salas situadas en el museo diocesano que redescubren la seo navarra y sus tesoros.
La estética de Occidens se aleja mucho de la imagen habitual que tenemos de un museo diocesano y de una catedral. Se accede desde la cillería de la catedral, uno de los pocos restos que quedan del edificio románico. En su interior, el visitante encuentra una pasarela de acero que recorre toda la exposición y desde la que puede contemplar hologramas, proyecciones 3 D y espejos que nos muestran ángulos ocultos.
Tras una breve introducción, que incluye una maqueta de la catedral de Pamplona, el itinerario continúa por el espléndido claustro gótico de la catedral y se dirige a las salas dedicadas a la Edad Antigua (312-712). En la denominada sala de arqueología, el visitante puede contemplar algunos de los restos arqueológicos hallados, mientras los arqueólogos trabajan en las excavaciones. Entre los materiales expuestos destacan los vestigios de un poblado vascón prerromano, cuya estructura original se reproduce en una pantalla mediante la técnica de la realidad aumentada o los restos de un niño sietemesino que murió y fue enterrado en el siglo II a. C.
La siguiente etapa de la muestra se centra en la Edad Medieval (712-1512) y aborda temas como la reforma gregoriana, el románico y el gótico. Uno de los atractivos de Occidens es que su contenido se presenta al público de manera real y auténtica: se escucha el canto gregoriano de los monjes del monasterio de Leire y, para sumergir al visitante en plena batalla de las Navas de Tolosa, se proyecta un vídeo que le rodea de humo y le adentra en la dureza de los enfrentamientos. Tampoco faltan obras de arte y piezas religiosas que forman parte de la colección del museo diocesano.
La exposición continúa con los logros y encrucijadas de la Edad Moderna (1512-1812) y concluye con los cambios experimentados en la Edad Contemporánea (1812 hasta la actualidad). Como broche final al recorrido se plantea una reflexión sobre los valores que se enumeran en Occidens: democracia, estado de derecho, libertad de las conciencias, la moral del amor, derechos humanos…
También gracias a Occidens se puede acceder a documentos únicos. En la exposición se han instalado dos dispositivos, similares a una tableta electrónica pero de mayor tamaño, donde se pueden ver algunos de los documentos más antiguos y bellos del archivo catedralicio.