Visitas de San Miguel de Aralar
La palabra romería proviene de los peregrinos que se dirigían a Roma y engloba a los viajes realizados para venerar a santos y deidades. Sin embargo, existe en Navarra una curiosa tradición en la que es el Santo el que peregrina a cientos de localidades, iglesias y entidades. Se trata de la efigie de San Miguel de Aralar, el arcángel viajero.
A lo largo de todo el año y especialmente en primavera, la imagen de plata dorada parte de su habitual morada, el Santuario de San Miguel in Excelsis, en plena sierra de Aralar y se dirige al encuentro de miles de fieles que le esperan fervorosamente. Según se cree, esta costumbre surgió de la imposibilidad de los cofrades enfermos de subir al Santuario.
Las salidas de San Miguel son regulares, pero especial interés tiene la segunda que llega a Pamplona el lunes siguiente a la semana de Pascua. El momento más conmovedor es el encuentro y saludo de San Miguel con el ángel de la Santa Casa de Misericordia.
Otro de los instantes cumbres de sus recorridos es la ritual bendición de los campos. La figura del Ángel San Miguel se orienta sucesivamente hacia los cuatro puntos cardinales, recitándose en cada uno de ellos versículos de los 4 evangelistas.