Cascada de Xorroxin, Erratzu, valle de Baztán
La cascada de Xorroxin es un precioso salto de agua situado en el misterioso y bucólico valle de Baztán. Es uno de los lugares más espectaculares de la naturaleza de Navarra.
Cascada de Xorroxin, Erratzu, valle de Baztán
Xorroxin se encuentra en el arroyo de Iñarbegi, cerca del barrio de Gorostapolo, en la localidad de Erratzu, constituyendo una espectacular caída de agua situada a los pies del monte Autza. Es una joya natural y uno de los lugares más embaucadores del Baztán.
Su nombre viene del vascuence: «zorrota» (chorro) y «osin» (poza).
Este salo de agua tiene como origen la naturaleza del suelo, en el que predominan las cuarcitas y las dolomías. Estos materiales son muy resistentes a la erosión, provocando una cascada tan bella.
El entorno en donde se encuentra la cascada de Xorroxin es espectacular; en algunos momentos parece que estuviéramos en un bosque tropical, de no ser por la presencia de hayas, robles, avellanos, fresnos, etc…
Para llegar a Xorroxin hay que seguir un sendero de 2 kilómetros ida y otro tanto de vuelta, con muy poco desnivel. Puede completarse plácidamente en un par de horas. Se trata de una ruta de senderismo fácil y muy agradable, tanto para un fin de semana en pareja, con amigos, o con niños.
Sendero de la cascada de Xorroxin
Se trata de un sendero circular por el que se accede a la Cascada de Xorroxin, en la regata de Iñarbegi, uno de los manantiales del Bidasoa. La suavidad de líneas y colores del paisaje de Baztán contrasta con la espesura y humedad del entorno de la cascada, cuya época más recomendable para visitar es a finales de primavera.
El inicio se sitúa en el pueblo de Erratzu, de apretado casco urbano, y en el que merece la pena detenerse y contemplar el típico caserío de la zona.
Un estrecho carretil asfaltado nos lleva entre prados hasta Gorostapolo, agrupación de caseríos que bien merece una visita, y a donde está prohobido acceder en vehículo.
Sendero de la cascada de Xorroxin, Erratzu (Xabier Basauri / Flickr)
Desde la ermita situada a la entrada, un camino empedrado desciende y cruza la regata o arroyo de Iñarbegi para internarse poco a poco en el interior del barranco donde destacan centenarios castaños trasmochos.
Tras cruzar nuevamente el río, un camino a la izquierda se adentra en el cauce que debemos cruzar (atención: piedras resbaladizas) para alcanzar la sonora cascada entre abundantes musgos, líquenes y helechos reales que delatan la persistente humedad.
El regreso se realiza por el mismo camino hasta el puente de Iñarbegi. Por el barrio de Iñarbil, se regresa a Erratzu.
Xorroxin es un lugar mítico e idílico, al que se llega casi sin esfuerzo, y que hará a cualquiera un día inolvidable.
Las mejores épocas para hacer esta ruta son primavera y otoño. En primavera porque el caudal del agua es mayor, y en otoño por el despliegue de colores que encontrarás a lo largo del camino.
La leyenda de Xorroxin
Cuentan las diversas leyendas que circulan por el valle de Baztán, que en este recóndito paraje hace muchos años se aparecían unas misteriosas mujeres con cola de pez que se alisaban sus cabellos con peines de oro.
Según también cuenta la leyenda, la diosa Mari habitaba en una cueva del vecino monte Autza junto a su compañero Heresengue o Sugaar, con forma de serpiente macho, y junto con las lamias aparecían en los distintos arroyos alisándose el pelo con peines dorados.
La Fuente de las Lamias – Parque Museo de Xabier Santxotena, Arizkun
Las lamias son seres mitológicos, cuya parte superior del cuerpo era el de una hermosa mujer, y las extremidades inferiores podían serr como las de una gallina, un pato o una cabra.
Los más viejos del lugar aún cuentan como había días que junto a la cascada se veían a veces unas mujeres con pies de cabra o cola de pez, que aparecían y desaparecían misteriosamente. De hecho, a la poza en la que cae el agua de la cascada se le conoce como ‘Lamiputzu’, o lo que es lo mismo, «el pozo de las lamias».
