Museo de la Almadía, Burgui
Burgui, al sur del Valle de Roncal, se ha convertido en los últimos años en la capital de la almadía gracias a la labor desarrollada por la Asociación Cultural de Almadieros Navarros y al Museo de la Almadía.
El museo se encuentra en la casa Consistorial y allí encontrará dos amplias plantas dedicadas a perpetuar la memoria de este ancestral oficio del Pirineo navarro desaparecido a mitad del siglo XX tras la construcción del pantano de Yesa.
Recientemente reformado, el museo recibe al visitante con la recreación de un bosque de pinos, a partir del que se inicia la descripción del proceso de explotación forestal, la construcción de las almadías y su descenso por el río.
El centro se estructura según distintos temas: la vida en el monte, la indumentaria, el papel de la mujer o el Día de la Almadía, entre otros.
En los valles pirenaicos navarros de Roncal, Salazar y Aezkoa, el aprovechamiento de los bosques ha sido desde tiempos inmemorables la principal fuente de ingresos —gracias a ellos se construyeron barcos de la Armada Real, el Canal Imperial, la Ciudadela de Pamplona o el Palacio Real de Olite— y las aguas de sus ríos el medio para transportar la madera hasta los lugares donde podía ser vendida para su transformación. Esta madera era transportada en las llamadas «almadías».
Las almadías
La almadía es una balsa formada por varios tramos de maderos de idéntica longitud amarrados entre sí mediante jarcias vegetales (vergas de avellano, mimbre silvestre, etc.), con remos en la punta y en la zaga cuya misión es dirigir o conducir la balsa por el cauce del río.
Aunque en la Edad Media eran los aragoneses quienes más utilizaban este tipo de transporte en el Pirineo, a partir del siglo XVII, fueron las almadías navarras las que empezaron a descender en mayor número, más de mil al año desde el valle de Roncal.
Bajaban por el río Esca y el Irati, rumbo al río Aragón y posteriormente al Ebro, en un viaje de una semana que solía acabar en Zaragoza.
Ser almadiero era un modo de vivir instalado en el riesgo y la aventura muy arraigado entre los habitantes montañeses, y varios de ellos pagaron con su vida los peligros de los rápidos y los remolinos, las presas, las piedras y la velocidad de las aguas crecidas por el deshielo primaveral.
La evolución de las carreteras y los medios de transporte, así como la construcción del pantano de Yesa, acabaron con esta actividad en el año 1951.
Hoy, gracias al Museo de la Almadía, tenemos la oportunidad de rememorar este ancestral oficio.
La exposición
La exposición se compone de numerosas fotografías, publicaciones, documentos, películas y reportajes audiovisuales que tienen a la almadía y los almadieros como protagonistas.
Asimismo podrás conocer los trajes de época de los almadieros y los diferentes útiles y herramientas utilizados en la elaboración de estas embarcaciones, así como otros temas relacionados con la vida del valle.
Para poner la guinda a esta visita, puede realizar el sencillo sendero «Burgui, pueblo de los oficios«, en el que además de contemplar una almadía a tamaño real, descubrirás un horno de pan, una carbonera, una nevera medieval y una calera.
Horarios y precios
- Horarios: sólo visitas para grupos. Concertar a través del contestador del museo dejando el nombre y el teléfono de contacto o a través de la página web del propio museo.
- Precio entrada: 2,00 €
Horarios, fechas y precios orientativos. Se aconseja confirmar con la entidad responsable.
Fuente de los datos: Gobierno de Navarra y elaboración propia