El valle de Aezkoa, a la sombra de la selva de Irati
Al abrigo de los Pirineos, el valle de Aezkoa es una extensa alfombra verde de más de 12.000 hectáreas de bosque que da cobijo a nueve municipios. Entre ellos se encuentra el más elevado de Navarra, Abaurrea Alta, el balcón de Aezkoa.
El principal atractivo de este valle es la selva de Irati, uno de los mayores bosques de hayedo-abetal de Europa. La naturaleza, hórreos Bienes de Interés Cultural —construcciones rurales tipo almacén cuyas características protegían el grano de roedores y humedades—, las cuevas escondidas, los dólmenes, las ermitas, las estelas… forman parte de las señas de identidad de este valle.
Además, destacan sus pueblos de postal con sus caseríos de tejas rojas y sus puentes de piedra, rodeados de montañas y estrechamente ligados a la ganadería y a la explotación forestal.
Abaurrea Alta / Abaurregaina, valle de Aezkoa
El pasado industrial del Pirineo navarro ha dejado su particular huella en las ruinas de la fábrica de armas de Orbaizeta. Un lugar donde en época de guerras se produjeron armas para el ejército de Carlos III.
Al noreste de Navarra se encuentra el valle pirenaico de Aezkoa al que pertenecen las localidades de Garaioa, Aribe, Garralda, Aria, Hiriberri/Villanueva de Aezkoa, Orbara y Orbaizeta, Abaurrea Alta y Abaurrea Baja, que te cautivarán por su entorno y su arquitectura popular.
Su singular relieve, dominado por un sinuoso entramado de barrancos y montañas, hace que en esta comarca se asienten 4 de las 10 localidades más altas de Navarra, siendo Abaurrea Alta, situada a 1.035 metros, la más elevada de todas. Desde este balcón natural, obtendrá unas fabulosas vistas de los Pirineos.
Otro lugar imprescindible para dominar la comarca desde las alturas es el Mirador de Ariztokia. En la carretera de Aribe a Oroz-Betelu, a 2 kilómetros de Aribe, este lugar regala una panorámica de lujo sobre el profundo valle que crea el río Irati abrigado por el denso Robledal de Betelu, uno de los bosques de roble albar más interesantes de Europa.
Mirador de Ariztokia, Garralda (Foto: J. Cuesta / Flickr)
Además de los miradores, este valle ofrece numerosos atractivos con los que recrearse como la selva de Irati, la ruta de los hórreos, la fábrica de armas o el jardín de las estelas, entre otros.
Tanto si visitas el valle solo como en pareja, con amigos o familia, Aezkoa no decepciona.
Si buscas un lugar tranquilo, te gusta la naturaleza o practicas deportes como el ciclismo, montañismo, espeleología en el valle de Aezkoa encontrarás todo lo que necesitas para descansar o divertirte.
La selva de Irati
Ocupa 17.000 hectáreas al norte de Aezkoa y Salazar, y tradicionalmente ha sido muy apreciado por su belleza y por sus reservas de madera.
Es el hábitat de multitud de aves como reyezuelos listados y sencillos, pinzones, petirrojos, etc; y otras especies como zorros, jabalíes, corzos y ciervos. A estos últimos se les puede escuchar en otoño, en la época de la berrea.
El embalse y la selva de Irati en otoño
En la selva del Irati existen tres espacios protegidos: las reservas naturales de Mendilatz y Tristuibartea y la reserva integral de Lizardoia. Esta última constituye el paraje de mayor interés ecológico, puesto que conserva áreas de bosque virgen de hayas y abetos y acoge a multitud de especies animales.
En el límite noroccidental de Irati de encuentra la torre romana de Urkulu, levantada en el siglo I para conmemorar la incorporación de la Galia e Hispania al Imperio Romano.
Cerca de ella se ubica la estación megalítica de Azpegi.
Presidiendo el extremo nororiental de la selva de Irati se levanta el pico de Orhi, conocido como el «dosmil» más occidental del Pirineo.
En este entorno puede practicar diferentes deportes como senderismo, escalda en hielo, descenso de cañones, esquí de fondo.
También se ofertan rutas temáticas para conocer el bosque y los valles pirenaicos. En las oficinas de turismo podrá encontrar amplia información sobre las distintas actividades.
Patrimonio natural
Además de flora endémica y de interés singular del Pirineo, el valle de Aezkoa comparte con Salazar y Cize la Selva de Irati, el segundo mayor hayedo-abetal de Europa después de la Selva Negra.
Esta zona del Pirineo tiene impresionantes masas forestales, bosques autóctonos que conservan una salud excelente. La correcta gestión forestal de la zona hace que Aezkoa sea un ejemplo y referencia para otras comunidades que quieren optimizar sus recursos naturales.
Ovejas de raza ‘latxa’ en el valle de Aezkoa (Foto: Turismo Abaurrea)
Al no haber fábricas ni industrias en los nacimientos de los ríos, éstos bajan con aguas claras y de gran calidad. Todo ello provoca que Aezkoa cuente con una mayor diversidad faunística y muchas especies amenazadas como el buho real o el desmán del pirineo, encuentren, en este rinconcito, su lugar óptimo de cría y caza.
Su compleja orografía ha propiciado que se conserven razas ganaderas autóctonas como la Vaca Pirenaica (pariente de la Betizu) recuperada gracias a las cabañas que los aezkoanos usaban para consumo propio o los caballos de Raza Burguete, cruces entre la casi desaparecida Jaca Navarra con los caballos Bretones que eran introducidos por la frontera.
Por último, el valle de Aezkoa cuenta con una red de miradores de gran belleza, que se asoman a diferentes puntos cardinales de su geografía. Visitar cualquiera de ellos es una experiencia de vértigo.
Qué ver en el valle de Aezkoa
Iglesias y Ermitas
En el Valle de Aezkoa encontrarás iglesias y ermitas de diferentes estilos y épocas.
Pese a que en su mayoría sólo se pueden visitar por dentro durante las misas, sus fachadas, en ocasiones decoradas con hermosos portones, son visita obligada para los amantes a la arquitectura decorada.
Muchos de estos edificios se encuentran en lugares cargados de simbología y de gran belleza paisajística
Iglesia de Aribe, valle de Aezkoa
Edificios abandonados de uso militar, industrial y sanitario
- La fortaleza romana de Urkullu, erigida para controlar las vías principales del Pirineo;
- la Fábrica de armas de Orbaiceta, cuyos muros nos adentran en una época de guerras e invasiones de toda índole;
- el Balneario de Aribe, edificio singular que atrajo a la aristocracia europea a ese pequeño municipio, donde los pudientes encontraban calma y tranquilidad mientras curaban sus diversas afecciones tomando sus aguas.
Arte popular
Cromlech, dinteles graciosamente labrados, una gran densidad de estelas discoideas (lápidas funerarias con forma circular), dentro de las casas cucharas de boj, kaikus o kátedras (banquitos hechos en madera para sentarse junto al fuego, que dieron origen a la palabra cátedrático)…
Estos son algunos elementos de arte popular de los que puedes disfrutar en el valle de Aezkoa.
Y si vas durante alguna de suss fiestas como la Romería a Roncesvalles o el Aezkoako Eguna podrás ver también sus diferentes trajes regionales típicos.
La fábrica de armas de Orbaizeta
Desde el pueblo de Orbaizeta una carretera nos acerca hasta el embalse de Irabia, en la selva de Irati, y una desviación a la izquierda, hasta las ruinas de la antigua fábrica de armas construida en el siglo XVIII para abastecer al cuerpo de artillería de Carlos III (VI de Navarra).
Real Fábrica de Armas de Orbaizeta
Su emplazamiento se debió a la cercanía de yacimientos de hierro, plata y plomo y a la abundancia de agua y madera.
La fábrica sufrió diversos saqueos e incendios y cerró sus puertas en 1873. Recorre sus ruinas y disfruta del entorno y de la imagen que ofrece el encauzamiento del río bajo una arcada de piedra. [ +info ]
El embalse de Irabia, construido en 1921, se encuentra escondido en el corazón del bosque y se asemeja a un gran lago rodeado de arbolado. Existe un sendero que rodea el embalse y alcanza las Casas de Irati, al oeste del pantano.
La ruta de los hórreos
Antaño todos los pueblos poseían sus hórreos y molinos harineros. Algunos de estas estructuras aún perviven al paso de los años.
En la península encontramos hórreos principalmente en Galicia, Asturias y Navarra, si bien las estructuras y características de estos graneros cambian según la zona.
De los 22 hórreos que se conservan en Navarra, 15 se encuentran en el valle de Aezkoa y están declarados Bien de Interés Cultural.
Hórreo de Casa Larrañeta, Orbaizeta (Foto: Gobierno de Navarra)
Mientras que en otros lugares se crean centros de interpretación o alojamientos turísticos en ellos, en Aezkoa conservan su función inicial, almacenar el grano y los útiles de trabajo aislándolos de la humedad y los roedores.
Se caracterizan por disponer de un tejado a dos aguas casi sin aleros, planta rectangular, paredes de mampostería y estar levantados sobre pilares de piedra piramidal o troncocónicos rematados por losas circulares. Estas construcciones rurales servían para almacenar el grano.
En Orbaizeta, Aribe, Aria, Hiriberri/Villanueva de Aezkoa y Garaioa podemos encontrar interesantes ejemplos de estas construcciones.
Además Aribe cuenta con un bello puente medieval sobre el Irati.
Patrimonio inmaterial y etnográfíco
En el valle de Aezkoa se encuentran conceptos de convivencia y gestión municipal como los batzarre (bat-zarre, antiguas reuniones para solucionar diversas cuestiones entre los vecinos) o los artelan (arte-lan, trabajo comunal para el mantenimiento o la mejora del entorno).
Cuenta así mismo con un dialecto propio, el aezkera, que dio origen a la palabra “euskera” y que aún se puede escuchar entre la población anciana y recientemente en fase de recuperación.
El el valle también se conservan tradiciones de otras épocas como el encendido del fuego del hogar en Navidad, el subilaro, el honrar a los difuntos mediante el uso de la argizaria o la matanza del cerdo para su consumo invernal.
Gastronomía y tradiciones
No se puede abandonar Aezkoa sin probar su rica y variada gastronomía. Saborea las carnes de vacuno, el jabalí o las truchas, sus variados postres de leche, entre los que destaca el queso de oveja y la mermelada de «abia» o arándanos.
La gastronomía propia de la zona es estacional; a las bases micológicas, de caza y de pesca se suman productos de las huertas particulares. Aquí, el almuerzo llega a ser la comida más importante del día y es ofrecido por los establecimientos hosteleros, una excelente manera de cargarse de energía a media mañana.
Quesos, hongos, mieles, mermeladas, licores, truchas, migas, embutidos.. Muchos de los visitantes se quedan extrañados de la riqueza y calidad gastronómica del valle de Aezkoa.
Romería a Roncesvalles (Foto: Posada Sarigarri)
Y si tu visita coincide con el mes mayo aprovecha para conocer las romerías que desde los diversos pueblos del valle acuden cada fin de semana a venerar a la virgen de Roncesvalles.
