La Bajada del Ángel, Tudela
La Bajada del Ángel es una ancestral tradición tudelana que se celebra el domingo de Resurrección en la Plaza de los Fueros.
Declarada Fiesta de Interés turístico de Navarra y tan antigua como El Volatín es la bajada del Angel, así llamada porque un niño, vestido de ángel, suspendido en una maroma, es llevado por medio de un torno, a través de la plaza de los Fueros, hasta llegar a donde, traida en procesión acompañando al Santísimo Sacramento, tienen en hombros la imagen de la Virgen, cubierta su cabeza con un velo negro en señal de la tristeza que le causaba la muerte de su Hijo Jesucristo.
El Angel le quita el velo en señal de alegría por la resurrección de Cristo, diciéndole ‘Alégrate María que tu Hijo ha Resucitado’.
Hasta Abril del año 1851 esta ceremonia se vino celebrando en la Plaza Vieja, trasladándose a la de los Fueros por acuerdo municipal. Aquí desde entonces y sin variación, se sigue celebrando a las 9 de la mañana del Domingo de Pascua de Resurrección.
El acto
La ceremonia tiene lugar alrededor de las 9 de la mañana en la Plaza de los Fueros o Plaza de Nueva Tudela. A esa hora comienza la procesión de la Catedral con el Santísimo y la Virgen del Ángel.
Alcanza la Plaza Nueva a las nueve y diez aproximadamente donde el Santísimo espera junto a las autoridades Catedralicias y el Muy Ilustre Ayuntamiento espera en la Iglesia de Santa María de Gracia y la imagen de la Santísima rodea la plaza y se coloca bajo la torre del reloj.
En dicha torre está instalado el templete, la representación del cielo, de donde descenderá el ángel hacia el edificio de en frente. Para ello se articulan artilugios que, junto con dos cuerdas, permitirá el movimiento del Ángel.
Llegado el momento suena la “Marcha Real” y se abre el templete permitiendo el avance del Ángel que desciende por las cuerdas santiguándose tres veces y repartiendo aleluyas.
Cuando llega hasta la Virgen, se santigua tres veces y grita ante una plaza en completo silencio: “Alégrate María porque tu Hijo ha resucitado”. Despoja a la virgen de su velo negro, que representa la tristeza, y se lo echa a la espalda anunciando la resurrección.
La plaza entera aplaude mientras el Ángel realiza el camino contrario hacia el templete. Tras ello se reanuda la procesión de las Imágenes con el Ángel hasta la Catedral donde termina con la misa solemne del Domingo de Resurrección.
Se trata de una cita cultural declarada Bien de Interés Turístico Nacional que, tras la ceremonia del Volatín que el día anteriosimuló la quema de Judas Iscariote en el mismo lugar, reúne todos los años a miles de personas en Tudela.
Un poco de historia…
El comienzo de todo data del año 1264, cuando el Pontífice Urbano IV expidió su Bula Transiturus de hoc mundo ad Patrem, con el objetivo de contrarrestar el daño causado por los herejes Sacramentarios, dado que negaban la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento.
Seguidamente, se llevaron a cabo la fundación de muchas Cofradías para conseguir el mayor culto de dicho Sacramento. Por su parte, Tudela, de acuerdo con sus creencias, se unió en este universal concierto de piedad y devoción. Pocos años después se creó la Cofradía llama “Esclavitud o Hermandad del Santísimo Sacramento”.
La primera acta de la que se tiene conocimiento es de 1397, y hasta la actualidad, la cofradía ha pasado por numerosas fases. Por historia, las personas que pertenecían a la cofradía destacaban por su dignidad y nobleza.
Buscando dar culto al Santísimo Sacramento, su objetivo principal, nace el origen del “Ángel” y del “Volatín”, donde la cofradía buscaba un día para festejar su patrón. El día elegido fue el día primero de Pascua de Resurrección.
Esta ceremonia no ha sido siempre como es en la actualidad, sino que ha ido cambiando conforme al paso del tiempo. Desde sus comienzos (siglo XIII) hasta el año 1663, seis niños vestidos de ángeles, iban junto al Señor en la procesión. En 1663 fue el primero cuya ceremonia fue como en la actualidad, y tanto éxito tuvo dicha ceremonia, que numerosos cofrades se unieron.
Desde el año 1663 hasta la actualidad, “la bajada del ángel de Tudela”, ha tenido pequeños cambios en el transcurso de la ceremonia. En todos estos años, más de seis siglos, el acto únicamente se ha dejado de celebrar en muy pocas ocasiones: La primera vez se produjo durante cinco años consecutivos, entre 1809 y 1813 por miedo a las tropas francesas que se encontraban en la península. La segunda vez fue en 1869, debido a una fuerte nevada que impidió la salida del ángel.
Entre 1932 y 1936 tampoco puedo celebrarse debido a que el poder pertenecía a la República. Por último, en 1958, debido a una fuerte lluvia que sufrió Tudela.